Don Fillenworth, de Bismarck, Dakota del Norte, tiene 55 años y padece diabetes tipo 2. Esta es su historia de éxito:
A mediados de octubre de 2012, me diagnosticaron diabetes tipo 2 y tenía un nivel de A1C de 9,6. Esto fue un gran shock para mí, ya que no hay antecedentes de diabetes en mi familia. Antes de que me diagnosticaran, tenía los pies entumecidos y hormigueantes constantemente, y estaba perdiendo sensibilidad en la parte delantera de la planta de ambos pies. No tenía idea de que esto fuera un indicador de diabetes , ya que no estaba familiarizada con la enfermedad en ese momento.
Mi médico me recetó metformina, que tomo dos veces al día, y me remitió a un educador en diabetes y nutricionista en nuestro centro médico local. Mis niveles de colesterol y presión arterial también eran muy altos, pero ya estaba tomando medicamentos para ambos.
Mi esposa me acompañó a los cursos de educación sobre diabetes y nutrición. ¡Los cursos fueron muy educativos e informativos! Ambos quedamos sorprendidos por la cantidad de información que recibimos. Los cambios en el estilo de vida fueron bastante radicales, incluidos importantes cambios en la dieta y el ejercicio.
Afortunadamente, mi esposa es muy dedicada y servicial. Aunque no tenía por qué hacerlo, Cindy se comprometió a hacer los mismos cambios en la dieta y a comenzar una rutina de caminatas conmigo. Al principio, mi objetivo era caminar aproximadamente una milla y media por día. Sin embargo, al cabo de un mes, caminábamos de ocho a nueve kilómetros por día durante las horas del almuerzo y la cena.
En enero recibí los resultados de una visita de seguimiento al médico y de un análisis de sangre. En solo tres meses, ¡bajé mi nivel de A1C a 5,9! Mi presión arterial y mis niveles de colesterol han disminuido considerablemente y ahora están dentro de los rangos normales. También he bajado más de 20 libras y ya no me hormiguean los pies. ¡Me siento genial! Incluso mi médico se sorprendió por mi dedicación y mi progreso.
No considero que el diagnóstico de diabetes sea algo malo en absoluto. Me dio la oportunidad de darme cuenta de que no estaba cuidando mi salud y me dio la oportunidad de corregir la situación. ¡Me siento muy bendecido por la sabiduría de los profesionales médicos de nuestra comunidad, así como por el amor y el apoyo de mi esposa!
¿Conoce su riesgo de padecer diabetes tipo 2? Realice la prueba de riesgo de diabetes y compártala con todos sus conocidos.