Cómo prosperar mientras se controla la diabetes tipo 1
Patrick Swingle es un chico americano típico. Le gusta salir con sus amigos, jugar al rugby, escalar rocas y hacer viajes con mochila. Patrick también tiene diabetes tipo 1. En lugar de compadecerse de sí mismo y dejar que su diagnóstico lo frene, está prosperando. “Patrick ha integrado completamente la diabetes en su ser. No lo define, pero es absolutamente parte de él”, afirmó su madre, Vivian.
Llegar a este punto no fue un paseo ni para Patrick ni para sus padres. “Cuando diagnosticaron a Patrick por primera vez, nuestra mayor preocupación era su nivel de azúcar en sangre cuando no estaba con nosotros. En particular, cuando practicaba deportes o estaba en la casa de un amigo. El sueño era otra gran preocupación. Le hacíamos pruebas de glucosa a medianoche y otra vez a las 3 de la mañana, pero había muchas noches en las que entrábamos de puntillas en su habitación, con una lámpara en la cabeza y rezando para que siguiera respirando”.
La decisión de adoptar y confiar en los últimos avances tecnológicos en el manejo de la diabetes ayudó a aliviar esta ansiedad. Apenas 3 meses después de su diagnóstico, Patrick comenzó a usar una bomba para administrar la insulina que le salvó la vida. Dos años después, usaba el monitoreo continuo de glucosa (MCG) para controlar sus niveles de glucosa a lo largo del día. “Siempre hay un trasfondo de preocupación cuando tienes un hijo con diabetes tipo 1, pero el monitoreo de glucosa hace que ese trasfondo sea mucho más silencioso. El conocimiento es poder, y el acceso a sus niveles de azúcar en sangre nos brinda la información que necesitamos para apoyarlo según sea necesario. Sin esa información, tendemos más a preocuparnos y preocuparnos”, explica Vivian.
Cuando los doctores Frederick Banting y Charles Best descubrieron la insulina en 1921, vieron que su investigación literalmente salvaba vidas. Sin embargo, la carga asociada con el control de la diabetes seguía impidiendo que muchos pacientes vivieran la vida al máximo. Los avances de la investigación a lo largo de los años han permitido que niños como Patrick realicen las mismas actividades que sus compañeros sin el temor constante y amenazante de los cambios bruscos de azúcar en sangre.
“La tecnología me ha permitido prevenir los niveles bajos de glucosa porque puede predecir cuándo bajará mi nivel. Puedo ver tendencias que me ayudan a tomar decisiones: qué comer, cuándo corregir, etc.”, afirmó Patrick. “Espero que en el futuro la tecnología sea completamente autónoma y realice correcciones de glucosa en sangre sin mi intervención”.
La misión de la Asociación Estadounidense de Diabetes es prevenir y curar la diabetes y mejorar la vida de todas las personas afectadas por esta enfermedad. Desde 1952, la ADA ha apoyado a los científicos y las investigaciones que realizan para salvar vidas y garantizar que las personas con diabetes, como Patrick, puedan vivir la vida al máximo.
¿Tienes una historia que compartir sobre tu experiencia con la diabetes? Compártela con nosotros aquí.