Las personas con diabetes tienen más probabilidades de tener que pasar por una estancia hospitalaria más prolongada y costosa, muchas de las cuales conllevan facturas imprevistas. La estancia hospitalaria media de un paciente con diabetes es un día completo más larga que la de otros pacientes.
La carga de los costos hospitalarios no termina con la estadía en el hospital en sí; parte del costo de la atención hospitalaria para las personas con diabetes es el costo de los medicamentos, tanto para pacientes hospitalizados como ambulatorios. Esto incluye la insulina, pero también muchas otras terapias para tratar la diabetes y sus muchas comorbilidades.
Los resultados sobre las poblaciones hospitalarias no solo reflejan el problema de los altos costos del tratamiento de la diabetes, sino que también son ejemplos flagrantes de inequidad en materia de salud. Por ejemplo, si bien la mayoría de las amputaciones (que se asocian con mayor frecuencia a la población diabética y generan costos directos e indirectos extremos para los pacientes) se pueden prevenir con atención especializada, ocurren diez veces más a menudo en poblaciones de menores ingresos, donde los especialistas pueden estar menos disponibles o el personal hospitalario menos capacitado para derivar a estas personas a la atención preventiva necesaria.
Según el Journal of the American Podiatric Medical Association, la amputación de un pie o una pierna cuesta entre 30.000 y 60.000 dólares en gastos hospitalarios iniciales, más entre 40.000 y 60.000 dólares en gastos de atención de seguimiento durante los tres años siguientes. Esta evaluación no tuvo en cuenta la pérdida de empleo ni los costes adicionales de salud mental y otros servicios que suelen necesitar los amputados.