Aunque los fabricantes recomiendan guardar la insulina en el refrigerador, inyectarla fría a veces puede hacer que la inyección sea más dolorosa. Para evitarlo, muchos proveedores sugieren guardar el frasco de insulina que está usando a temperatura ambiente. La insulina conservada a temperatura ambiente dura aproximadamente un mes.
Sin embargo, recuerda que si compras más de un frasco a la vez para ahorrar dinero, guarda los frascos adicionales en el refrigerador. Luego, saca el frasco con anticipación para que esté listo para la siguiente inyección.
A continuación se ofrecen algunos otros consejos para almacenar insulina:
- No guarde su insulina cerca de calor extremo o frío extremo.
- Nunca guarde insulina en el congelador, bajo la luz solar directa o en la guantera de un automóvil.
- Verifique la fecha de vencimiento antes de usarla y no use ninguna insulina después de su fecha de vencimiento.
- Examine el frasco cuidadosamente para asegurarse de que la insulina tenga un aspecto normal antes de extraerla con la jeringa.
Si utiliza insulina regular, compruebe si hay partículas o decoloración de la misma. Si utiliza insulina NPH o Lenta, compruebe si hay "escarcha" o cristales en el interior del frasco o si hay pequeñas partículas o grumos en la insulina. Si encuentra alguno de estos elementos en su insulina, no la utilice y devuelva el frasco sin abrir a la farmacia para que le cambien el frasco o le devuelvan el dinero.
Reutilización de jeringas
Reutilizar jeringas puede ayudarle a reducir costos, evitar la compra de grandes cantidades de jeringas y reducir los desechos. Sin embargo, hable con su médico o enfermera antes de comenzar a reutilizarlas. Ellos pueden ayudarle a decidir si sería una opción segura para usted. Si está enfermo, tiene heridas abiertas en las manos o tiene poca resistencia a las infecciones, no debe arriesgarse a reutilizar las jeringas de insulina. Los fabricantes de jeringas no garantizan la esterilidad de las jeringas que se reutilizan.
A continuación se ofrecen algunos consejos a tener en cuenta al reutilizar jeringas:
- Mantenga la aguja limpia manteniéndola tapada cuando no la esté utilizando.
- Nunca deje que la aguja toque nada más que la piel limpia y la parte superior del frasco de insulina.
- Nunca dejes que nadie use una jeringa que ya hayas usado, y no uses la jeringa de otra persona.
- Limpiarlo con alcohol elimina el recubrimiento que ayuda a que la aguja se deslice fácilmente en la piel.
Eliminación de jeringas
Es hora de desechar una jeringa de insulina cuando la aguja está desafilada o doblada o ha estado en contacto con algo que no sea piel limpia.
Si puede hacerlo de manera segura, corte las agujas de las jeringas para que nadie pueda usarlas. Es mejor comprar un dispositivo que las sujete, las atrape y las contenga. No use tijeras para cortar las agujas , ya que la aguja podría lastimar a alguien o perderse.
Si no destruye las agujas, vuelva a taparlas. Coloque la aguja o la jeringa entera en una botella de plástico resistente, opaca (no transparente) con tapa de rosca o en una caja de plástico o metal que cierre bien. No utilice un recipiente que permita que la aguja se rompa y no recicle el recipiente de la jeringa.
Es posible que su zona tenga normas para desechar desechos médicos, como jeringas usadas. Pregunte a la empresa de recolección de residuos o a la autoridad de residuos de su ciudad o condado qué método cumple con sus normas. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) tiene más información sobre la eliminación segura de agujas .
Cuando viaje, lleve consigo las jeringas usadas a casa. Guárdelas en un soporte resistente, como una caja de lápices de plástico duro, para transportarlas.