En una cultura hipersexualizada que no teme traspasar los límites en la televisión, en las películas, en la radio, en los libros y en las revistas, somos terriblemente tímidos en lo que respecta al sexo cuando se trata de nuestra salud. De hecho, aunque las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de tener problemas sexuales, un estudio publicado en Diabetes Care descubrió que solo alrededor de la mitad de todos los hombres con diabetes y el 19 por ciento de las mujeres con diabetes han abordado el tema con un médico.
Y la verdad es que muchos médicos no se sienten cómodos pidiendo a sus pacientes detalles sobre la función sexual. Por eso, los recién diagnosticados aprenden rápidamente sobre el riesgo que corren de sufrir complicaciones oculares, nerviosas, renales y cardíacas, pero casi nunca escuchan cómo afecta la diabetes a la salud sexual. Es importante que las personas sean abiertas y honestas con sus médicos respecto de todas las preocupaciones de salud, incluso los problemas con la función sexual. Los problemas con el desempeño y la satisfacción sexual pueden ser señal de otros problemas de salud.
Muchos hombres con disfunción eréctil, por ejemplo, se enteran más tarde de que tienen diabetes. En el caso de las personas que ya padecen diabetes, los problemas sexuales pueden indicar daño en los nervios, arterias bloqueadas e incluso hormonas desequilibradas. Aunque todavía queda mucho por aprender sobre la disfunción sexual en las personas con diabetes, los investigadores están seguros de una cosa: la hiperglucemia crónica (o azúcar en sangre) es la causa de muchos de los problemas sexuales que enfrentan las personas, y la primera línea de acción es mejorar el control de la glucosa.